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La deuda crece y le pone un freno al desarrollo

Les compartimos el artículo de diario La Capital sobre nuestro informe de Deuda Pública  Externa

La deuda externa argentina creció más del 76% en dos años y la deuda pública bruta se incrementó por encima del 30% en ese lapso. Hoy representa el 57% del Producto Bruto Interno (PBI), mientras que los compromisos de pago de cara a 2018 para enfrentar este endeudamiento (entre capital e intereses) son casi 265% superiores a los de este año.

Con estos datos «la Argentina se conduce a una nueva crisis de endeudamiento ya que está acentuando su nivel de dependencia del financiamiento externo, sin que eso tenga atrás una estrategia de crecimiento y desarrollo con fundamentos en la economía real y perspectiva reales de repago», planteó la Fundación Pueblos del Sur en base a un análisis pormenorizado y actualizado a noviembre de 2017 en base a datos oficiales del Ministerio de Finanzas de la Nación.

El informe, elaborado por Esteban Guida, Marina Alvarez y Daniel Guida, concluye que la deuda pública, tanto interna como externa, que tomó el Estado argentino en los últimos dos años, «está dispuesta para financiar un modelo aperturista, especulativo y de extracción, contrario a cualquier propósito de desarrollo sustentable, con justicia social y equidad distributiva» y por eso, considera que «es imprescindible que esta situación sea revertida en el corto plazo, ya que de persistir esta conducta, el círculo vicioso de endeudamiento, desfinanciamiento interno y fuga de capitales, acentuará el riesgo de insolvencia precipitando un quiebre abrupto del esquema económico y financiero».

Los datos muestran una marcada tendencia del gobierno de Cambiemos en tomar deuda para hacer frente a los desequilibrios internos. Detalla que al 10 de noviembre de 2017, la deuda pública bruta del Estado nacional creció 30,6% en comparación fines de diciembre de 2015 y ascendió a u$s 314.234 millones, lo que además representó un incremento del 14,1% con respecto a diciembre de 2016, cuando llegó a u$s 38.788 millones.

Según detalló el informe «desde el último informe presentado por el Ministerio de Finanzas en junio de este año, hasta la actualidad, los encargados de la política económica del país han sostenido la conducta de emisión de pasivos y profundizado la situación de endeudamiento público».

Esto queda demostrado en los propios números oficiales ya que los datos de noviembre contrastan con los difundidos el 30 de junio de 2017, los cuales muestran la deuda pública bruta ascendía a u$s 293.789 millones a mitad de este año y representaba el 53,7% del PBI. Este stock de pasivos «implicó un incremento del 6,7% (+ u$s 18.343 millones) con respecto al registrado a fines de 2016 y del 22,1% (+u$s 53.124 millones) respecto a diciembre de 2015.

Por otra parte, la deuda pública externa (es decir la que el Estado nacional contrajo con residentes en el exterior) alcanzó los u$s 112.142 millones, lo que representa un crecimiento del 76,4% en tan solo dos años. «Esto fue posible gracias a que entre diciembre de 2015 y el 10 de noviembre de 2017 se realizaron nuevas emisiones por u$s 48.562 millones», apuntó Fundación Pueblos del Sur.

También en este caso el crecimiento fue vertiginoso, no solamente en dos años sino además desde mediados de 2017 cuando se conocieron los últimos datos del Ministerio de Finanzas, que daban cuenta que el stock de deuda pública externa se ubicaba a junio de este año en u$s 108.935 millones, es decir el 37% del total de pasivos emitidos por la Nación y el 19,9% del PBI. Además, si la comparación se realiza entre diciembre de 2015 y el 30 de junio de 2017, «el volumen de emisiones colocadas en el mercado internacional creció alrededor de 71,3%. Es decir que, en tan solo 18 meses, el ministerio a cargo de Luis Caputo se endeudó en aproximadamente u$s 45.356 millones», detalló el informe.

Fundación Pueblos del Sur asegura que es «fundamental» que los argentinos tomen plena consciencia de esta situación transcurrida ya la mitad de mandato del gobierno de Cambiemos. Y recuerda que ya en la historia hay ejemplos poco felices sobre cómo terminan situaciones de endeudamiento de este tipo. «A partir de las reformas económicas impulsadas por el gobierno cívico-militar iniciado el 24 de marzo de 1976, el endeudamiento público en Argentina se transformó en un verdadero escollo para el desarrollo nacional y un condicionante para la aplicación de políticas orientadas al interés del conjunto de los argentinos», recuerda el informe y señala que «habida cuenta de los antecedentes, el análisis minucioso de la deuda pública argentina y el monitoreo de la conducta de endeudamiento de los gobiernos de turno, resultan de crucial relevancia ya que, lejos de significar un aspecto simplemente financiero, determinados niveles de deuda pública condicionan los márgenes de decisión y limita las posibilidades de alcanzar un sendero de desarrollo económico sostenido».

Otro de los puntos más salientes de los números duros del análisis es el que muestra el cambio de conducta respecto al endeudamiento, algo que se observa con claridad comparando la tasa de crecimiento de la deuda pública nacional. «Mientras que en el período 2012-2015 la misma promedió el 3,5%, en los en los últimos dos años alcanzó el 14,4%.», detalló la fundación.

Por otra parte, medida en términos de PBI, el total de deuda pública bruta contraída por el Estado nacional representa, al 10 de noviembre de 2017, el 57,1% del Producto, 3,4 puntos más que el último registro de mitad de año (53,7% del PBI).
En tanto, la deuda externa al 10 de noviembre último alcanzó el 20,4% del PBI, 0,5% por sobre el registro de junio de 2017 y 6% por encima del año 2015. «Esto muestra que los pasivos del Estado nacional al 10 de noviembre de 2017 en moneda extranjera y aquellos contraídos con residentes del exterior, cuadriplican y casi triplican, respectivamente, el saldo de reservas internacionales en poder del Banco Central (BCRA)
La composición
A la hora de poner la lupa sobre la composición de la deuda se observa un importante incremento de Letras del Tesoro Nacional, que son pasivos emitidos para subsanar deficiencias fiscales a corto plazo. En 2017 el stock de las mismas aumentó 56,1% respecto a 2016 y se cuadriplicó respecto al stock de 2015, alcanzando los u$s 36.983 millones al 10 de noviembre de 2017.
Otro cambio en la composición de la deuda respecto a diciembre de 2015 es el aumento en la participación de los pasivos con privados, que pasó del 30,7% a 39,7% del total; esto fue en detrimento de la contraída con organismos internacionales (12,1% a 9,3%) y principalmente con organismos del sector público (57,2% a 51%), lo que implica mayor atomización de la deuda y menor margen de negociación.
Si se mide el aumento de las colocaciones de deuda entre julio y noviembre de este año, se observa que el Estado emitió u$s 17.051,1 millones en concepto de bonos y letras del Tesoro nacional en moneda extranjera. En el mercado nacional se colocaron bonos por un total de 5.560 millones de dólares a una tasa media anual de 8,1% y con una vida promedio cercana a los 8,8 años. En el mismo período, se emitieron Letes por u$s 8.284,3 millones a cupón cero.
Adicionalmente, a principios de noviembre, el Ministerio de Hacienda colocó pasivos en los mercados internacionales (deuda externa) por un total de 2.750 millones de euros al 5%. En total, los pasivos en moneda extranjera de la administración central entre julio y noviembre de 2017, en plazas nacionales y foráneas, se ubicó en u$s 17.051,1 millones.
Además, la Nación emitió deuda en pesos en el país por 59.450,6 millones de pesos en promedio al 22% y 28,75% a plazos que no superan los 3 años. También, se colocaron Letes en pesos por $3.537,3 millones.
Así, desde julio hasta el 10 de noviembre de 2017, los pasivos de la Nación denominados en pesos ascendieron a $59.450 millones.
La sustentabilidad
El informe de Fundación Pueblos del Sur analiza, en función de estos números, la sustentabilidad de la deuda, es decir la capacidad del país de poder afrontar estos compromisos. Señalan que «los indicadores reflejan una mejora si se los compara con el stock de reservas internacionales, que aumentaron un 114% desde finales del año 2015 por las compras del BCRA de las divisas del endeudamiento y del ingreso especulativo de capitales». Sin embargo, advierten que «al observar la relación entre deuda externa y exportaciones (capacidad genuina de repago), el indicador empeoró 63 puntos porcentuales respecto de 2015, ubicándose en el 273% de las ventas al extranjero».
La sustentabilidad de la deuda también se evalúa mediante la relación entre deuda pública y recursos tributarios. «En el 2015, los servicios de deuda representaban al 38,9% de los recursos fiscales, mientras que en junio de 2017, el indicador escaló al 62,3%, lo que evidencia el mayor sacrificio fiscal que se debe realizar para atender la deuda pública», indicaron.
Además, se estima que en el 2017 el incremento anual en las erogaciones por intereses de deuda será del 79% respecto del año 2016, llegando a los 234.300 millones de pesos.
«El proceso de endeudamiento público ha generado un significativo incremento en los compromisos de pago de los servicios de la deuda (capital más intereses) que para 2018 ya representa 264,4% más comparado con diciembre de 2015», advirtieron.
Respecto a la deuda externa privada, entre enero de 2016 y octubre de 2017, las corporaciones emitieron deuda externa por un total de u$s 11.200 millones. La empresa estatal YPF en conjunto con Pampa Energía, IRSA y Banco Macro explican cerca de la mitad de pasivos colocados.
La fuga
«Se estima que entre enero y octubre de 2017, la fuga de capitales alcanzó los u$s 29.817 millones, cifra que supera en un 40% la registrada en todo el año 2016», indicó Pueblos del Sur y detalló que esto se compone de u$s 17.490 millones por «formación de activos externos (FAE) del sector privado no financiero (Spnf)», u$s 3.297 millones por «giro de utilidades, dividendos y otras rentas» y u$s 9.030 millones por «turismo, viajes y pasajes».
Si al total fugado en 2017 se le suma el acumulado entre diciembre de 2015 y diciembre de 2016, se alcanza un aproximado de u$s 46.742 millones, «lo que refleja la debilidad de un modelo aperturista que extrae recursos de la economía con cargo al Estado, que pertenece al conjunto de los argentinos», aseguró el informe y consideró que «los datos del endeudamiento público a nivel mundial muestran que «ingresar al mundo» significó para Argentina ser el país que más deuda soberana contrajo en todo el mundo».
Lo destacable es que este indeseado «primer puesto» se logró tanto en el año 2016 como en el 2017. «Este podio tiene sus consecuencias: Argentina ocupa el segundo lugar en el ránking de países frágiles, debido a la vulnerabilidad que presenta su economía para enfrentar crisis internacionales», advirtió la fundación.

Link de la nota: https://www.lacapital.com.ar/economia/la-deuda-crece-y-le-pone-un-freno-al-desarrollo-n1517228.html



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